22 feb 2009

Hallan muerto en un pozo al marido de la mujer estrangulada en Rociana

La Guardia Civil, gracias a uno de sus perros de rastreo, localizó ayer muerto en un pozo de Rociana del Condado a Carmelo M. D., de 38 años y natural de Almonte, presunto autor de la muerte por estrangulamiento de su mujer, Juana María.
Fuentes de la Benemérita señalaron a Efe que el perro «Aramís», el que localizó esta semana en Jaén a un anciano de 81 años afectado del mal de alzheimer, halló el cadáver en un pozo sito a unos 500 metros de Rociana, en la zona conocida como La Mezquita.
El pozo tiene unos cinco metros de profundidad y está lleno de agua, según las mismas fuentes, que han precisado que el cadáver no presenta síntomas externos de violencia, por lo que se baraja como causa principal de su muerte que se arrojara voluntariamente.
El Grupo de Mujer y Menor de la Guardia Civil de Huelva investiga el caso. La autopsia determinará la causa exacta de la muerte del hombre.
Los celos, posible causa
Juana María fue hallada muerta en su casa el viernes por la tarde y no presentaba heridas ni restos de sangre. La Guardia Civil accedió al domicilio de la mujer, en la calle Hermanos Álvarez Quintero de Rociana, pasadas las 17 horas, tras recibir una llamada de alerta del suegro de la víctima.
La mujer había iniciado la separación de su esposo hace dos meses y él había proferido «amenazas de muerte» en su contra pero no en su presencia, sino ante un familiar. De hecho, un familiar de él apuntó ayer a los «celos» como causa de la tragedia, al manifestar que «el marido vio a la fallecida con otro hombre esa misma tarde». «Él avisó a su padre, le dijo que iba a matar a su esposa y se iba a suicidar», añadió la prima del presunto asesino.
Añadió que «no existían denuncias previas de malos tratos. Hace poco se habían separado porque la convivencia era mala, pero nunca le había pegado. Nosotros le dijimos que nunca le pusiera una mano encima», puntualizó la prima. Esta familiar señaló que en su entorno no se esperaban el desenlace final. «Pensábamos que se podía hacer daño él, que podía tomarse un bote de pastillas o algo así, pero nunca lo que ha hecho», destacó.
El matrimonio tenía dos hijas, de nueve y siete años. Juana María, era ama de casa y trabajaba de camarera eventualmente, mientras que Carmelo laboraba en la construcción.
Esta es la segunda mujer muerta en lo que va de año en Andalucía víctima de la violencia de sexo después de otra joven asesinada en Mairena (Sevilla). Eso sin contar el caso de Marta del Castillo a la que mató supuestamente un ex novio.
Fuente: ABC de Sevilla

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