16 feb 2009

Prisión sin fianza para Miguel y Samuel por el crimen de Marta

El juez decreta también el internamiento en un centro del menor detenido por encubrimiento. El cuarto arrestado, el hermano mayor del asesino confeso, declara mañana ante el juez como imputado.
El juzgado de Instrucción número 4 de Sevilla ha acordado este lunes decretar prisión incondicional comunicada y sin fianza para los dos primeros detenidos relacionados con la muerte de Marta del Castillo, Miguel Carcaño Delgado, autor confeso del crimen, y Samuel Benítez Pérez, que habría ayudado al primero a deshacerse del cadáver
La fiscal jefe de Sevilla, María José Segarra, ha explicado a los periodistas que el juez ha acusado a los dos primeros detenidos de posibles delitos de asesinato, con la alternativa de homicidio en el caso de que la joven estuviese muerta al ser arrojada al Guadalquivir, y una última figura que ha definido como detención ilegal sin dar razón del paradero.
Segarra ha explicado que esta última hipótesis se refiere a la posibilidad de que el cuerpo de la joven no aparezca y es una situación similar a la del secuestro por los GRAPO del empresario Publio Cordón, cuyos autores fueron juzgados y condenados sin que apareciera el cadáver.
La fiscal jefe ha afirmado que este tipo de secuestro conlleva una pena similar a la del homicidio y se trata de un delito que se juzga con relativa frecuencia en los tribunales, pues recientemente en Sevilla ella misma llevó uno de ellos.
Además de Miguel y Samuel, que hoy declararon durante cinco horas ante el juez de instrucción 4 de Sevilla, otro menor identificado como J.G.M., de 15 años y miembro de su pandilla, quedó internado en un centro cerrado de menores como supuesto encubridor del homicidio.
La fiscal jefe ha informado de que el secreto del sumario se levantará previsiblemente mañana, cuando comparezca ante el juez el cuarto detenido por estos hechos, Javier Carcaño Delgado, hermano mayor de Miguel con el que convivía, y al que también se ha imputado encubrimiento del delito.

Centenares de personas a las puertas del juzgado

Varios centenares de personas esperaron durante toda la jornada de  en los juzgados de Sevilla e increparon con gritos de "asesinos" y otros insultos a los dos acusados a su entrada y salida.
Segarra ha explicado a los periodistas que mientras no aparezca el cuerpo de la joven, que desapareció el pasado 24 de enero, "nos faltan datos para reconstruir la historia de lo que sucedió, y nos tenemos que poner en la hipótesis más grave: que Marta fue arrojada al río sin sus constantes vitales perdidas totalmente".
Por ello, tanto Miguel como Samuel han sido imputados como autores directos, aunque Segarra no ha descartado que puedan producirse más detenciones como encubridores del homicidio.
En la comparecencia celebrada ante el juez de instrucción, los abogados de los dos detenidos se han opuesto a la prisión incondicional y han solicitado la posibilidad de depositar fianza, que ha sido rechazada por el juez.
Otro día de búsqueda sin éxito
Las labores de búsqueda del cadáver de Marta del Castillo han continuado hoy sin éxito a lo largo de los 80 kilómetros del cauce del Guadalquivir entre Sevilla y su desembocadura en Sanlúcar de Barrameda.
En estas labores, participan 80 miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME), 30 buzos de la Guardia Civil, miembros de los Geos de la Policía Nacional, de los GOES de la Guardia Civil, bomberos de Sevilla y 15 embarcaciones del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil, y del Servicio Marítimo de Cádiz, así como dos helicópteros, uno de la Policía Nacional y el otro de la Guardia Civil.
El ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, ha pedido hoy que "caiga todo el peso de la ley" sobre los culpables del asesinato de Marta del Castillo, y ha expresado la solidaridad del Gobierno con la familia de la joven de 17 años.
Bermejo, tras ser cuestionado sobre un posible aumento de las penas para las personas que matan a menores, como pide la familia de Marta, ha señalado que la Fiscalía "sabe sobradamente cuál es el camino que hay que andar, el de la ley, que es suficientemente poderosa para dar la respuesta adecuada" en este caso.

Cuatro indicios contra el presunto asesino

Miguel Carcaño Delgado confesó que había matado a golpes a Marta del Castillo Casanueva después de que la Policía acumulara al menos cuatro indicios que lo incriminaban a lo largo de los 21 días que ha durado la investigación del caso. El ex novio de la joven desaparecida la noche del 24 de enero admitió la autoría del crimen el pasado sábado, después de llevar un día entero en los calabozos de la Jefatura Superior de Policía insistiendo en su inocencia y de que se detuviera también a su amigo Samuel Benítez Pérez como encubridor.
La prueba determinante para que se derrumbara fue el cenicero con el que presuntamente golpeó en la cabeza a Marta, que los agentes mostraron al detenido durante uno de los interrogatorios. Además de contar con el arma homicida, la Policía encontró restos de sangre en el domicilio de la calle León XIII donde vivía Miguel y donde se cometió el crimen, situado en el Bajo C del número 78 de esta calle. También detectó ciertas contradicciones entre los testimonios de Miguel y Samuel y obtuvo información clave de las escuchas telefónicas del móvil del presunto asesino.
La sangre fue hallada en una silla de ruedas que había pertenecido a la madre de Miguel, una mujer discapacitada que murió en verano de 2006. Desde entonces, el joven residía solo en León XIII porque su hermano mayor se había casado después de la muerte de la madre y su padre los había abandonado cuando eran niños. En los últimos días nadie residía en esta casa, ya que Miguel se había marchado con su novia actual y los familiares de ésta a la barriada de Caño Ronco, en Camas.
Fue en León XIII donde Marta y Miguel pasaron la tarde del sábado 24 de enero. La joven había dicho a su madre que iba a arreglar un asunto con el amigo con el que había mantenido una relación tiempo atrás y algunas amigas aseguran que Marta seguía estando enamorada de Miguel. En un momento de la tarde, los dos jóvenes discutieron, por causas que aún no han trascendido, y Miguel asestó a Marta un fuerte golpe en la cabeza con un cenicero. Una vez muerta, Miguel llamó a su amigo Samuel Benítez Pérez, vecino de la calle Avellana, muy próxima, y entre los dos pudieron sacar el cuerpo de Marta de la vivienda utilizando la silla de ruedas de la madre del primero. Algunas fuentes apuntan que el crimen pudo cometerse en la casa de Samuel y que Miguel fue a la vivienda de éste con el carro.
En cualquier caso, la sangre de la adolescente quedó impregnada en la silla de ruedas. Días después de la desaparición, los padres de Marta se sometieron a una prueba de extracción de ADN para cotejar su información genética con la de algún resto de la menor que pudiera ser encontrado posteriormente, por lo que la Policía disponía ya del perfil genético de Marta.
El presunto asesino y su amigo lograron montar a Marta en un ciclomotor y cruzar la ciudad hasta dirigirse al río. La joven pudo ser subida al vehículo entre el asesino y Samuel, de manera que uno conducía y el otro inmovilizaba el cuerpo para que no se cayera. De esta forma, se dirigieron hacia el Charco de la Pava y, concretamente, hacia el puente del corredor verde metropolitano, una pasarela por la que sólo se permite el acceso a ciclistas y al autobús de línea que conecta Sevilla y Camas.
Se trata de una zona transitada las mañanas de los fines de semana porque muy cerca de allí se instala el mercadillo del Charco de la Pava, pero es un lugar muy poco frecuentado y apenas iluminado por las noches. Era una zona que Miguel conocía bien porque en los últimos meses vivía en Camas, a poco más de dos kilómetros de este puente. Miguel y Samuel se deshicieron del cadáver arrojándolo al río.
Fuente: El Diario de Sevilla

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