27 feb 2009

Un recluso no acude a un juicio porque la citación llegó a su casa

Un condenado por homicidio, que ya había eludido su ingreso en prisión por la lentitud de la justicia, se libró ayer de ser juzgado por un hurto porque la citación para la vista le llegó a casa y no a la cárcel, donde está.
Este caso de descoordinación pone la guinda a un accidentado proceso que, desde el inicio de la instrucción, ha beneficiado en varias ocasiones a Juan Manuel Rey y a Rubén Tovar, condenados a 12 y 11 años de prisión por matar a cuchilladas a un joven a la salida de una discoteca en abril de 2003.
Tras el homicidio, fueron encarcelados, pero en marzo del 2007 quedaron libres porque, debido a las dilaciones en la investigación, se agotó la prisión preventiva. Tras ser declarados culpables por un jurado, un juez acordó su libertad, con la obligación de comparecer cada día en el juzgado. Sin embargo, dejaron de acudir y nadie hizo nada, hasta que días antes de la vista del recurso se ordenó su detención.
Fuente: El Periodico

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