18 feb 2009

Vinculan a Cameros el hallazgo de una nueva especie de almeja del Cretácico

Científicos del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) y del Centro Superior de Investigaciones Científicas ( CSIC) han descubierto una especie nueva de náyade o almeja de agua dulce, que data del Cretácico Inferior, de unos 130 millones de años de antigüedad.
El descubrimiento, localizado en un yacimiento de Vega de Pas (Cantabria), se enmarca en un proyecto de investigación que incluye la Cuenca de Cameros (La Rioja), donde también han sido descritas otras dos especies.
El estudio forma parte del Plan Nacional I+D+i del Ministerio de Ciencia e Innovación. Graciela Delvene, paleontóloga del IGME, y Rafael Araujo, biólogo del CSIC, son los autores del artículo conjunto que acaba de publicar la revista científica 'Journal of Iberian Geology', un estudio sobre las náyades del Cretácico Inferior del Norte de España.
La revisión de estos grandes bivalvos de río y estuarios, que en la actualidad presentan una tasa de extinción mayor que la de todos los vertebrados juntos, ha dado lugar a la identificación de una nueva especie, Protoanodonta conchae, en la cuenca Vasco-Cantábrica y a la descripción de otras dos especies en la Cuenca de Cameros: Margaritifera idubedae (en Navajún y Valdemadera), de carácter endémico; y Margaritifera valdensis (en Cornago), muy abundante en el sur de Inglaterra durante el mismo periodo.
El ejemplar de Protoanodonta conchae, de más de 12 centímetros de longitud, fue encontrado en Vega de Pas (Cantabria) por José Luis Sañudo en los años 90. Delvene explica que «los sedimentos continentales del Cretácico Inferior de España ofrecen una gran cantidad de fósiles de estos grandes moluscos y, algunos de ellos, tienen gran interés ya que pertenecen al género Margaritifera, género que ha llegado hasta la actualidad y en el que se incluyen algunas especies en peligro de extinción, como la Margaritifera auricularia».
Ninfas de las fuentes
En la mitología griega las náyades eran ninfas que residían en los ríos y en las fuentes, a lo cual deben su nombre. Araujo señala que «una náyade del tamaño de una Margaritifera (entre 14 y 17 centímetros) filtra hasta 50 litros diarios de agua. Y si tenemos en cuenta que estas especies han vivido en colonias de hasta 700 ejemplares por metro cuadrado, en un tramo de río de esta extensión filtrarían unos 35.000 litros de agua al día».
Hoy en día, estas ninfas son uno de los grupos de animales más amenazados del planeta. Actualmente, en España sólo quedan diez especies y «su peligro de extinción es alarmante». Seguramente, en las aguas dulces del Cretácico las náyades formaban grandes poblaciones. El yacimiento de Cantabria muestra ejemplares adultos y jóvenes de Protoanodonta conchae, que junto con otros moluscos de agua dulce, como los gasterópodos del género Viviparus, «son indicadores de un ecosistema de agua dulce». Lo mismo que sucede con los de La Rioja.
Fuente: LaRioja

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