El robot se sumerge en el mar, navega hasta el cable submarino y realiza las reparaciones precisas, pero el operario que maneja el robot no tiene una tarea fácil.
Se trata de un objetivo oscuro y la luz del robot no ayuda mucho. Además, las corrientes empujan al robot fuera de la zona de trabajo. En el futuro, el robot podría encontrar por sí mismo su camino hacia el punto donde tiene que actuar. Un sensor le dotará con el sentido del tacto y ayudarle a orientarse en su ambiente submarino de forma autónoma.
"Un componente de esta capacidad táctil es un indicador de tensión", explicó Marcus Maiwald, responsable del proyecto de nuevo robot submarino en el Instituto Fraunhofer de Tecnología, en Bremen (Alemania).
"Si el robot encuentra un obstáculo", explica "el indicador de tensión registra una alteración y la resistencia eléctrica cambió". El diseño especial de nuestro indicador de tensión consiste en que no está adherido, sino impreso en la superficie del robot, lo que significa que podemos aplicar al sensor la curvatura de la superficie del robot.
Esta banda impresa es de un grosor de tan sólo diez micrómetros, similar al de un cabello humano. Como resultrado, el indicador de tensión puede aplicarse muy cerca y permite al robot identificar con precisión dónde está contactando con un obstáculo. El sensor está protegido de la sal marina mediante una cápsula.
Para producir esas indicaciones de tensión, los científicos atomizan una solución con nanopartículas para crear un aerosol. Un sistema de software guía el flujo del aerosol a la posición correcta. Dirigiendo el gas en forma de rayo envolvente se asegura que éste no se abra.
A finales de mayo, el equipo presentará el nuevo diseño de robot submarino con capacidad táctil y cuatro brazos (en la imagen) en una conferencia en Nuremberg, informa 'Science Daily'.
Fuente: ya
Se trata de un objetivo oscuro y la luz del robot no ayuda mucho. Además, las corrientes empujan al robot fuera de la zona de trabajo. En el futuro, el robot podría encontrar por sí mismo su camino hacia el punto donde tiene que actuar. Un sensor le dotará con el sentido del tacto y ayudarle a orientarse en su ambiente submarino de forma autónoma.
"Un componente de esta capacidad táctil es un indicador de tensión", explicó Marcus Maiwald, responsable del proyecto de nuevo robot submarino en el Instituto Fraunhofer de Tecnología, en Bremen (Alemania).
"Si el robot encuentra un obstáculo", explica "el indicador de tensión registra una alteración y la resistencia eléctrica cambió". El diseño especial de nuestro indicador de tensión consiste en que no está adherido, sino impreso en la superficie del robot, lo que significa que podemos aplicar al sensor la curvatura de la superficie del robot.
Esta banda impresa es de un grosor de tan sólo diez micrómetros, similar al de un cabello humano. Como resultrado, el indicador de tensión puede aplicarse muy cerca y permite al robot identificar con precisión dónde está contactando con un obstáculo. El sensor está protegido de la sal marina mediante una cápsula.
Para producir esas indicaciones de tensión, los científicos atomizan una solución con nanopartículas para crear un aerosol. Un sistema de software guía el flujo del aerosol a la posición correcta. Dirigiendo el gas en forma de rayo envolvente se asegura que éste no se abra.
A finales de mayo, el equipo presentará el nuevo diseño de robot submarino con capacidad táctil y cuatro brazos (en la imagen) en una conferencia en Nuremberg, informa 'Science Daily'.
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